Foto mía, inspirada en "El Pi de Formentor" de Mossén Costa i Llobera
Cariño mío,
Ayer fui a ver un pino, un gran pino de esos que te gustan tanto, plantado al borde del acantilado. Sus raíces llegan hasta el mismo mar, pero, contrariamente a lo que podría parecer, el agua salada no lo daña.
Es precioso, con una enorme copa, unas agujas muy largas y piñas tan grandes y tan bien formadas que hasta parecen hechas a mano con toda la ternura del mundo…
Son unas cuantas de estas piñas las que ahora te regalo, vida mía. Contempla una y verás por qué las califico de verdaderas joyas…
Bajo las hojitas de madera resinosa no solamente encontrarás piñones… Encontrarás también las perlas que se forman a partir del agua de mar, y soles, soles chiquitines que se escapan de los rayos matutinos y en ellas se guarecen…
Mira, mira que hago… O, mejor, hazlo tú… Pon boca abajo una piña y zarandéala… Ves, ves lo que se desprende? Piñones y perlas y soletes…!!
Y ahora… toma un mazo y abre unos cuantos piñones porque sé que en algunos de ellos hay sorpresa, a ver…
Síiiiiiiiiii, mira, mira que hay aquí, lo ves? En la telilla protectora se puede leer “Buenos Días, Buenos Días, Javier!”
¡Què puc dir! Crec que qui reb aquests "Buenos días" ha d'acabar vessant o farà explotar la presa del seu cor. Jo no podria digerir cada dia tant somieig, em fa tornar a ser una nena i em quedaria al teu costat escoltant-te eternament.
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