martes, 12 de octubre de 2010

El origen de algunas islas

16.08.08 Comida en Marina Rubicón 007

Cariño mío,

Seguramente tú eres de los que creen que las islas son las cimas de las montañas sumergidas... Seguramente piensas en la Pangea primigenia e imaginas las erosiones producidas por la agresiva climatología de aquellos tiempos: vientos que arrastran hielo o piedras, fríos glaciares o calores tórridos, lluvias arrasadoras, profusión de tormentas con material eléctrico, erupciones sin fin... Y después de siglos y siglos, las aguas van cubriendo las inmensas llanuras y los valles y las cordilleras y las cimas de sus picos conforman archipiélagos o islas solitarias en medio de los mares recién estrenados...

Eso sería lo lógico, y seguramente al principio de los tiempos así fue, pero en la actualidad hay islas, más bien islitas, que tienen un origen completamente diferente... Lo descubrimos este verano, Gilito, y hablo en plural porque lo descubrimos nuestros BD y yo. Tú andabas vete a saber dónde, jaja... y te perdiste algo que muy pocos seres han tenido la suerte de contemplar!

Pero bueno, como tú eres un ser especial y además te amamos no te lo podemos ocultar... Estás ya preparado para escuchar sin interrumpir? Sí? Te dejo poner todas las caras raras que quieras, pues seguramente sucederá como tantas otras veces en los que ha sido muy difícil que creas nuestras historias... pero tú chitón, eh? y a escuchar hasta el final!! Sí, es una orden, jeje!!!

14.07.07 World Race 055

Estábamos en la Polinesia francesa, y todas las noches paseábamos por las playas y por los muelles de los puertos deportivos de las localidades que visitábamos. Nos entreteníamos mirando el mar, y, como soy una enamorada de los veleros y les he transmitido mi pasión por ellos a nuestros BD, también perdíamos mucho tiempo observándolos, mirando de qué madera estaban hechos, cuántos mástiles tenían, de qué color eran las velas... luego decidíamos cuál era el más bonito y mira, le poníamos en el casco una pegatina que nos habíamos inventado... El dueño del velero ni se enteraba, y seguramente, al limpiar el barco, lo despegaba, sin darle importancia y sin tan siquiera mirarlo (y era muy chulo, no creas!!), pero nosotros nos divertíamos de esta manera, concediendo premios cada noche...

14.07.07 World Race 05414.07.07 World Race 051La arboleda marina

Una noche de calma chicha estábamos andando por los pantalanes, como siempre, y vimos como, por arte de magia y sin que mediara acción humana alguna, seis veleros se desataban de su norain, desplegaban e izaban sus velas, se dirigían a la bocana del puerto, sin luz alguna y aparentemente sin tripulación, y luego se adentraban en la doble oscuridad de la noche y del mar...

La verdad es que ésto nos extrañó, pero no le dimos mayor importancia hasta que a la noche siguiente, en otra localidad, observamos lo mismo... Y así durante una semana entera!! Los veleros que partían con rumbo desconocido presentaban una característica común: aunque se conservaban bien gracias a los cuidados de sus dueños, todos tenían muchos años!! A la octava noche ya no pudimos más y decidimos que a la noche siguiente, si se volvía a producir esta rareza, estaríamos preparados... Y efectivamente, a la novena noche, cuando nos dimos cuenta que uno de los veleros iba a emprender el rumbo, dos de nuestros BD saltaron a su cubierta, provistos de GPS y de elementos salvavidas, y el resto subimos a una lancha que habíamos alquilado. Aguardamos a que los ocho veleros que esta vez se habían agrupado emprendieran su travesía y les seguimos...

Cuando se hizo de día llegamos a un lugar, en alta mar, donde se veía una agrupación de mástiles y árboles flotando encima del agua, o sobresaliendo del agua, que no estábamos lo suficientemente cerca como para poder verlo bien... Todos nos frotamos los ojos pues pensamos que era un espejismo marino, pero no, no, Gilito, al acercarnos más vimos que era un bosque como salido de un manglar...

Cuando los veleros que habíamos estado siguiendo toda la noche arribaron a ese lugar, ante nuestros ojos asombrados se hundieron lentamente, todos a la vez y sin que sucediera nada extraño.

Afortunadamente los dos BD que iban a bordo de uno de ellos iban preparados para todo y cuando se sumergieron con el barco lo hicieron con sus escafandras, sus botellas de oxígeno, sus trajes de neopreno...

Cuando subieron de nuevo a la superficie y montaron en nuestra lancha, lo que nos contaron nos dejó tan maravillados como ahora te vas a quedar tú, cariño mío...

Aquel punto en alta mar era un cementerio de veleros y ellos acudían allí voluntariamente, como los viejos elefantes cuando, sabiéndose a punto de morir, se dirigían a un punto determinado de la selva para que sus restos reposaran junto a los de los que los habían precedido en su paso al más allá...

14.07.07 World Race 063

El fondo de aquel lugar estaba lleno de restos de veleros... Los cascos se amontonaban uno encima del otro hasta llegar a la superficie o a escasos centímetros de ella. Entre restos de orzas, obenques, crucetas y timones nadaban peces y empezaban a asentarse colonias de algas y de anémonas... Nuestros BD no encontraron ningún mástil partido ni yaciendo desperdigado por el fondo, sino que todos, por alguna extraña razón, estaban bien erguidos y salían a la superficie. Los que no se habían convertido ya en árboles estaban a punto de hacerlo pues ya les nacían ramitas y brotes... Los árboles más corpulentos habían sido palos mayores, de mesana y de trinquete y los que se habían desarrollado a partir de los botalones y baupreses eran inferiores en diámetro y en altura... Todos juntos conformaban este bosque de distintas alturas que, como un islote, parecía flotar encima del mar...

Descubrimos más islotes, y algunos, de tan juntos, formaban ya una isla de considerables dimensiones. Nuestros BD submarinistas se sumergían al llegar a todos y cada uno de ellos y siempre, siempre, pudieron verificar que bajo las aguas yacían pecios de veleros...

No sé porque nadie había descubierto ésto anteriormente... Seguramente los dueños de los veleros habrían muerto y por eso nadie los encontraba a faltar... quizás estos islotes estaban situados en coordenadas alejadas de las rutas comerciales, quizás la cultura polinésica conocía su existencia pero lo encontraba natural y no le daba importancia...o todo lo contrario, les daba la importancia que merecía y preservaba de espíritus poco sensibles los cementerios marinos...

Sea como fuere, el caso es que a nosotros nos fue dado descubrir algo que no hemos contado a nadie. Desde el primer momento supimos que hacer publicidad del hecho sería una gran falta de respeto hacia unas embarcaciones que deseaban descansar en paz integradas en los mares y los océanos que las habían acunado desde su nacimiento... Sólo te lo contamos a ti, cariño mío, porque tú mereces saberlo, porque tú eres el único a quien no se lo queremos esconder...

Te agradezco que te hayas comportado y que no hayas interrumpido en ningún momento el relato de nuestra historia, Gilito. Ahora podrás preguntar cuanto quieras, y sea a mi o a nuestros BD, porque en un segundín van a aparecer para desearte “Buenos Días, Buenos Días, Javier!”

Vacaciones Agosto 2009 635

No hay comentarios:

Publicar un comentario