martes, 5 de octubre de 2010

Huevos de embarcación

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Cariño mío,

Cuando una afición se lleva en la sangre se transmite a los demás aunque uno no se de cuenta. No ha sido necesario que yo haga proselitismo o alardee de pasión por la arqueología para que nuestros BD lo hayan apreciado. Ellos, simplemente, me ven leyendo revistas especializadas o viendo documentales y así, seguramente por ósmosis, se han ido impregnando de mi afición sin que ni tan siquiera yo me haya propuesto transmitírsela.

Hace un par de meses estuvimos viendo un film sobre arqueología submarina en la costa egipcia, frente a la ciudad de Alejandría. Nuestros BD quedaron embobados, pues siempre habían creído que la arqueología era cosa de tierra firme, como si la historia no se hubiera escrito también en lagos, ríos y mares!!

Ahora, aprovechando que ya terminaron el curso, están en las costas de Cádiz haciendo un curso sobre evaluación y reconocimiento de pecios a través de la estructura de sus cascos. No sé yo, éste es un curso un tanto duro y difícil, pero como salsa con gusto no pica, pues ya se apañarán, jiji...

Cada día, además del contenido de la clase recibida, me cuentan las maravillas que descubren en el fondo del mar. Un día es una cueva submarina, otro un bosque de gorgonias rojas forrando las paredes de un viejo galeote que nunca llegó a América o una rara especie de medusa inmensamente bella...

Anteayer su grupo encontró los restos de una nave fenicia repleta de ánforas de vino. El vino ya no existía, claro está, porque el naufragio se debió al choque del casco con unos escollos y el desplazamiento consiguiente de la carga rompió todas las vasijas que viajaban en la bodega... Ellos estaban emocionados, entrando y saliendo del pecio recuperando restos, entrando y saliendo del agua para depositarlos en la barca de la superficie... Después les tocaría lo más arduo: tomar medidas de los trozos de madera encontrados, hacer la prueba del carbono 14, analizar la estructura del casco, mirar si los trozos de arcilla presentaban marcas, y así un largo etcétera...

En una de las últimas inmersiones del día, hallaron un bulto que, a simple vista, no supieron identificar. Al limpiarlo resultó ser un amasijo de vasijas más grandes de lo habitual, protegidas por una especie de coraza formada por una maraña de redes mezcladas con algas y excrementos de peces... Para ellos fue una sorpresa, ya que creían que sacaban a la superficie una especie de caparazón de tortuga o un escudo defensivo, de tan duro que estaba...

4 y 5 Julio 2009 193 II4 y 5 Julio 2009 208
Era casi imposible de creer, pero todas las vasijas estaban intactas y sus bocas, anchísimas, selladas. Las pasaron por un escáner y vieron como una especie de huevos...
Nuestros BD no estaban autorizados a hacerlo, pero su curiosidad y su impaciencia pudo más y abrieron una de las vasijas. Lo que encontraron en su interior les dejó perplejos: Huevos, grandes huevos color hueso se alternaban con otros de un precioso color azul celeste!! Miraron las demás y en todas había lo mismo!
De qué ave sería? Ya estaban imaginando los titulares de los periódicos: “Un grupo de estudiantes de arqueología submarina descubre, en las profundidades de la costa gaditana, huevos de una especie de ave extinguida hace dos mil años!”

Huevos azules II
Ya estaban imaginando la posible clonación del pájaro a partir del ADN que encontraran en la clara y en la yema... Ya veían esos pájaros volando, presentados en los medios como una rareza extraordinaria, ya veían a esos pájaros en habitáculos especiales habilitados para ellos en los zoos del mundo entero... Serían esos huevos los del Avec Roc de las fábulas de Simbad? Serían los del pájaro de pico de oro y plumaje esmeralda de los que se habla en las Mil y Una Noches? Estos interrogantes iban a tener respuesta, sí, pero hacía falta tener paciencia y esperar los resultados de los estudios paleobiológicos, etc.

Uno de nuestros BD se percató que uno de los huevos tenía una pequeña fisura. Más que fisura parecía el golpe que dan los pollitos desde dentro del cascarón cuando ya quieren nacer...y pensando que dentro habría un pollito muerto antes de poder salir, fue hurgando con su uña, como quien no quiere la cosa, hasta que rompió la envoltura azul...
Lo que salió a la luz no era un pollito o un embrión, no, era... era una embarcación, una galera en miniatura!! Las velas eran del mismo azul que el cascarón, y los remos salían de los flancos como si fueran las alas o las plumas...  
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Por más que se buscó, no se encontró documentación alguna  sobre cosa tan extraña.
Se pensó que eran elementos decorativos como las botellas de cristal con velerito dentro, se pensó que eran recuerdos marineros...
Pero ayer, cuando un ornitólogo examinaba uno de estos huevos, una fuerte ola barrió la cubierta e hizo que el huevo fuera a parar a la mar... Y allí, la galerita que estaba en su interior empezó a esponjarse y a crecer y a crecer hasta que adquirió las dimensiones normales de una galera de verdad!!

La casualidad hacía que acabaran de descubrir un secreto que los comerciantes fenicios se habían encargado de mantener oculto y que hasta la fecha nadie había logrado ni tan siquiera entrever...

Huevos de embarcación, huevos de embarcación para llevar de repuesto en las travesías, en las batallas... Huevos de embarcación para asegurarse el retorno a casa, huevos de embarcación para intercambiar o vender... Tesoros preciados escondidos en vasijas de arcilla, quien hubiera podido imaginarlo?

Todavía no se ha dado publicidad al descubrimiento, pero yo ya lo sé porque me lo contaron anoche nuestros BD, mientras tú estabas en aquella cena de negocios ... Toma, ponte al teléfono Gilito, que son ellos. Ahora les puedes preguntar lo que quieras, porque todavía no se han ido a la mar... No, hoy no salen al amanecer, saldrán un poco más tarde... y aprovechan ahora para decirte “Buenos Días, Buenos Días, Javier!”

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1 comentario:

  1. Em recorda quan de petit el pare m'ensenyava a l'estació els "ous de tren" :-D Estava tan clar!!!

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