martes, 5 de octubre de 2010

Tumba primitiva

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Una mujer yacía junto a su bebé, abrazándolo.
Entre el cráneo del bebé y el antebrazo de la madre se encontró el esqueleto de un ala de cisne.
¿A quién se le ocurrió reposar la cabecita infantil sobre tan suave y bella almohada?
¿Era un ritual mortuorio o más bien pura delicadeza?
¿Era el ala símbolo de elevación y también, por su blancura, de inocencia?
¿Era acaso instrumento imprescindible para viajar a través de lo desconocido?
¿A quien se le ocurrió perpetuar el gesto protector de la vida más allá de la muerte? ¿Al esposo y padre, al hechicero?
La madre estrechaba a su hijo contra su pecho... un amasijo de huesos como ejemplo de amor de vivos y muertos a través de los tiempos...

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