viernes, 22 de octubre de 2010

En Meteora

Meteora III
Fotos de Francesco Fratta : http://www.flickr.com/photos/chiccofratta/

Cariño mío,

La habilidad de nuestros BD para hacerte llegar sus mensajes matinales es extraordinaria!

Recuerdo cuando estuvimos en Grecia. Uno de los lugares que fuimos a visitar fue Meteora, un lugar donde se ubican los monasterios más inexpugnables de la iglesia ortodoxa. Los construyeron en lo alto de grandes formaciones rocosas, durante el siglo XIV, para defenderse de los turcos.

Nuestros BD quisieron pasar un par de días de retiro allí, en estos nidos de águilas donde reina el silencio, los cánticos y la oración. Tú no quisiste acompañarles y yo, que hubiera ido con ellos de buena gana para curiosear ese ambiente tan especial, tenía vedada la entrada por mi condición de mujer.

Cuando les dejamos a punto de coger la especie de canasta-funicular que se usa para acceder a los monasterios les hice hincapié en que no se olvidaran de su quehacer matinal, y que tuvieran en cuenta de que allí no se permitía el uso de móviles ni de pc... Cómo se lo iban a montar, me preguntaba yo, si iban a estar dos días prácticamente incomunicados?

Meteora II

La respuesta la tuvimos al día siguiente, cuando, después de desayunar, salimos a pasear cerca del conjunto eremítico donde ellos habían pasado la noche. El suelo estaba plagado de pequeños avioncitos de papel de variados colores. Algunos, incluso, brillaban con el la luz del Sol. Todos los turistas se agachaban para coger alguno y, después de poner cara maravillada, los guardaban en sus bolsos o mochilas como quien guarda un tesoro.

Nosotros, claro está, hicimos lo mismo, llevados por nuestra curiosidad... Los avioncitos estaban hechos con pedazos de grabados de iconos!! En unos se veía el rostro de la Virgen nimbado con una aura de pan de oro, en otro un cielo azul turquesa tachonados de estrellas, en otro el extremo inferior de la lanza de San Jorge, o las fauces abiertas de un dragón expeliendo el fuego del infierno...

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Lo más probable es que algún monje, en un ataque de locura, se hubiera pasado la noche recortando las páginas de los libros sagrados y luego las hubiera lanzado a los cuatro vientos a través de los ventanucos de su celda. Seguramente, a estas horas, el Monje Superior estaría ya al tanto del desaguisado cometido y estaría tomando las medidas oportunas con este pobre monje enajenado por tanta soledad...

Nuestras hipótesis cayeron en saco roto cuando, al darles la vuelta a los avioncitos para poderlos ver bien, vimos que, escrito en la parte inferior de las alas se podía leer, escrito con indeleble tinta china, "Buenos Días, Buenos Días, Javier!"...

Ni monjes locos de atar ni alteraciones del carácter debido a la soledad... sólo unos traviesos BD que no dudaron en cargarse una parte de la biblioteca monacal para no faltar a su cita matinal...

Hay que ver, hay que ver las burradas que se pueden llegar a hacer para decirte "Buenos Días, Buenos Días, Javier!"...

Meteora I

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